Debido a la antigüedad de las instalaciones tanto de calefacción, como de agua caliente sanitaria, en muchos casos estas líneas hidráulicas están en mal estado, dando lugar a fugas de agua, atranques con pérdidas de presión, oxidación en el interior de las tuberías, o lo que es peor, alterando las propiedades del agua caliente sanitaria, pudiendo salir amarilla en algunos casos.

Cuando se llega al punto en el que las tuberías están irremediablemente dañadas, la mejor alternativa es la sustitución integral de las líneas por otras nuevas de material apto para el agua caliente, fría o calefacción.

Los materiales óptimos son el polipropileno y el acero inoxidable.

Nuestros técnicos especializados realizan un estudio previo detallado de la nueva instalación, con las siguientes ventajas:

• Mínimo impacto visual.
• Máximo rendimiento.
• Materiales de primera calidad.
• Garantía de salubridad